… estás realizando una visita guiada castillo (aprox. 50 minutos); ofrece una visión de las habitaciones más bellas del extenso complejo palaciego con sus colecciones principescas.
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El recorrido por el castillo comienza en el impresionante patio con el león empedrado en el centro. Al noroeste, el patio está rodeado por una torre del homenaje de 48 metros de altura, desde la que se disfruta de una maravillosa vista del Taunus y del Westerwald. Previa petición, la torre del homenaje se puede visitar como parte de la visita guiada.
Del patio se pasa a la romántica sala de caballeros, dónde se pueden apreciar armaduras y armas, tanto de guerra, torneo como de caza, procedentes de los siglos XIII a XIX.
En los salones las pinturas, tapices, esculturas y muebles contemporaneos; que datan de los siglos XV a XIX, se encargan de narrar la historia familiar llena de acontecimientos de los condes y principes de Solms-Braunfels y sus numerosos enlaces a otras casas de la nobleza.
Los espacios altenberg exponen objetos de arte sacro y algunas pertenencias de Santa Isabel de Hungría.
Posteriormente se encuentra la galería Diker, galería nombrada en honor al pintor de la corte Johannes Diker, quien durante la segunda mitad del siglo XIX se encargó de realizar obras con tematícas de caza y paisajes del castillo para el príncipe Fernando.
En el salón azul se encuentran los bustos de la reina Luisa de Prusia y su hermana Federica de Mecklemburgo-Strelitz, quien en sus segundas nupcias se casó con el príncipe Federico Guillermo de Solms-Braunfels.
El príncipe George (1836 – 1891) y su esposa Emanuela fueron los encargados de darle en 1880 al palacio su silueta tan distintiva de cuento de hadas. Retratos de esta pareja y otros miembros de las últimas generaciones de la casa real se pueden ver en el salón rosa.
Sobre el área de cañones, además de precenciar los cañones de cobre, se puede admirar la espectacular vista y de ahí dirigirse a la salida.